Mariano Salas, cuestiona la imprecisión de Papiri al hablar de una cultura Europea de 1500 años, mientras que la americana tendría apenas 500, hoy día tolerar esa afirmación, significaría además aceptar que entre nosotros solo se inicia la cultura y un pasado a partir del arribo de la empresa colombina a aguas caribeñas, y negra toda una obra de los pueblos precolombinos.
De ahí el concepto europocentrico de Historia Universal, según el cual los europeos serían culturalmente activos y los descubiertos, conquistados, colonizados o influenciados: pasivos.
En la construcción de la noción de Historia Universal, en dicho proceso el continente americano tiene su activo protagonismo y a partir del cual solo se adscribe a la cultura Occidental y bajo la expresión historiográfica con una su concepción europocentrista se produjeron textos en los que la Historia, no consistía en otra cosa que en la europeización del mundo y en la mimetización de los procesos históricos particulares en el que se impulsaba desde el viejo continente.
Es decir lo anteriormente expuesto lo hace muy explicito Salas, diciendo que en 1942, América entró en la órbita de la cultura clásica y cristiana y en el propesto de una economía mundial, tras lo cual América fue influida por europa, pero a la vez el nuevo mundo también altero a los europeos, cuya economía y sistema mental recibieron el impacto de la novedosa e inesperada dimensión y perspectiva que abrió la realidad americana: los linderos mediterráneos de la tradición greco-latina y cristiana fueron desbordados por la Historia Universal que brotó del llamado descubrimiento de América
De allí el llamado a romper con los discursos pomposos de la historia universal, con la memoria amoblada de los hombres, para lograr suprimir la falsa ilusión de que Venezuela es un país aislado, separado del mundo exterior.
La historia tiene ante sí el más concreto de los objetos, el que resume en si todos los distintos aspectos de la existencia, su individuo es el espíritu universal.